Un análisis de sangre estándar puede predecir un ataque cardíaco en los 6 meses próximos

Investigadores de la Universidad de Uppsala en Suecia revelaron que un simple análisis de sangre estándar podría predecir la probabilidad de sufrir un ataque cardíaco en los próximos seis meses.

Publicado en ‘Nature’, el estudio sugiere que este método podría ser una herramienta para identificar a las personas con mayor riesgo y tomar medidas preventivas a tiempo.

Los ataques cardíacos son una de las principales causas de mortalidad en todo el mundo y su incidencia está en aumento. Muchas personas con alto riesgo no son diagnosticadas o no siguen un tratamiento preventivo adecuado.

El cardiólogo y profesor de epidemiología Johan Sundström explica que “el momento justo antes de un ataque cardíaco es muy dinámico”, señalando que eventos estresantes como el divorcio o el diagnóstico de cáncer pueden aumentarsignificativamente el riesgo.

Investigadores dirigidos por el profesor Johan Sundström de la Universidad de Uppsala han descubierto que los ataques cardíacos se pueden predecir con un análisis de sangre estándar.

El trabajo analizó muestras de sangre de más de 169,000 personas sin antecedentes de enfermedad cardiovascular, de las cuales 420 experimentaron su primer ataque cardíaco en los seis meses siguientes. Luego se comparó su sangre con la sangre de 1.598 miembros sanos de las cohortes.

“Identificamos alrededor de 90 moléculas que estaban relacionadas con el riesgo de sufrir un primer ataque cardíaco. Sin embargo, las muestras que ya se toman en el ámbito sanitario son suficientes para predecir el riesgo. Esperamos que esto aumente la motivación de la gente para tomar medicamentos preventivos o dejar de fumar, por ejemplo”, afirma Sundström.

Además, los investigadores desarrollaron una herramienta en línea fácil de usar que permite a cualquier persona calcular su riesgo de sufrir un ataque cardíaco en los próximos seis meses.

Este recurso tiene como objetivo aumentar la conciencia sobre la importancia de la prevención y motivar a las personas a tomar medidas proactivas para proteger su salud cardiovascular.

“Este era uno de los objetivos de todo el estudio, ya que sabemos que las personas sienten una motivación relativamente baja para seguir tratamientos preventivos. Si descubre que tiene un mayor riesgo de sufrir un ataque cardíaco pronto, tal vez se sienta más motivado para prevenirlo”, dice Sundström.

El equipo de investigación planea ahora profundizar en el estudio de estas moléculas para comprender mejor su función y evaluar posibles opciones de tratamiento.

Sundström señala que esperan llevar a cabo nuevos estudios para validar la efectividad de esta herramienta en línea y su impacto en la motivación de las personas para prevenir los ataques cardíacos.

Síntomas comunes de las enfermedades cardiovasculares

Desde la Asociación Americana del Corazón remarcaron que los síntomas de las enfermedades cardiovasculares pueden llegar a afectar nuestra calidad de vida de una forma significativa. Por eso es que se encargó de detallar aquellos síntomas que están íntimamente relacionados con las enfermedades cardiovasculares. El objetivo es que sepamos advertir los más comunes y consultar con el profesional de la salud cuanto antes.

Enfermedades cardiovasculares.

Entre los principales síntomas destacan el dolor en el pecho como uno de los más clásicos, pero también hacen referencia a síntomas que a veces no son relacionados con enfermedades cardiovasculares. En este sentido enumeran a la fatiga, el aumento de peso, la alteración en la salud del sueño y la depresión.

Sin embargo, estos no son todos los síntomas a los que debemos estar atentos si pensamos en la salud de nuestro corazón. La Asociación Americana del Corazón nos invita a no minimizar señales como los mareos, la falta de aire, las náuseas, y la sudoración. Ante estos, se recomienda acudir de urgencia a nuestro médico de cabecera, con el fin de evitar una complicación mayor en nuestra salud.

Cómo cuidar la salud del corazón

Hacer ejercicio: el ejercicio puede ayudar a controlar varios factores de riesgo, por lo que se recomienda realizar al menos 30 minutos de ejercicio aeróbico, como caminar o nadar, al menos cinco días a la semana. Además, se sugiere hacer ejercicios de resistencia, como levantamiento de pesas, dos veces a la semana.

Alimentarse balanceadamente: es importante incorporar en la dieta alimentos como verduras de hojas verdes ricas en vitamina K y nitratos, que ayudan a reducir la presión arterial; los granos enteros (trigo integral y quinoa) por su función cardioprotectora; y antioxidantes, como fresas y arándanos, para reducir el estrés oxidativo y la inflamación.

Procurar un buen descanso: dormir lo suficiente, al menos siete horas, es esencial para el cuidado del corazón, ya que, la falta de sueño puede aumentar el riesgo de obesidad, hipertensión, diabetes y enfermedades cardíacas. Mantener un horario de sueño regular, como acostarse y levantarse a la misma hora todos los días, puede ayudar.

Acudir a chequeos médicos de manera regular después de los 40 años: muchas condiciones cardíacas y factores de riesgo pueden pasar desapercibidos sin exámenes regulares, como la medición de la presión arterial, el control del colesterol y la evaluación de los niveles de glucosa en sangre.

Constancia con los tratamientos: cuando ya existe el diagnóstico es fundamental la adherencia, los tratamientos para controlar la presión arterial, el colesterol y los triglicéridos. En algunos casos, se puede incluir la aspirina como parte del tratamiento para reducir el riesgo de coágulos sanguíneos y prevenir ataques cardíacos o accidentes cerebrovasculares. Sin embargo, es esencial seguir las indicaciones médicas y mantener un monitoreo regular.

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